30 mar 2016

Tuit

Tuit

Tuit

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Tuit

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16 mar 2016

Asper II

Fue así. La desincronización motora era organizada a través de la palabra y la significación. El valor diferente de cada área de su cuerpo, dotaba en su mente de una organización que no hubiese sido necesaria, de carecer del lenguaje exterior. Su existencia ya no era entonces impulso de un gen egoísta. Ahora el egoísta era el deseo. Concebido por deseo, más allá del instinto, las distintas valoraciones de cada parte de su cuerpo, estaban esparcidas en su representación mental. La imagen de cada parte era fruto del significado que le daba la función de madre; juntar esas partes paradójicamente venía de la existencia de un tercero que lo unía virtualmente como un todo. Era la metáfora de la función del padre.

10 mar 2016

Asper I

Asper nació con una mielogénesis brutal. Sus distintas fases de desarrollo navegaban juntas, pero priorizándose dependiendo de la importancia y la maduración. En el encéfalo de Asper, las fases se fueron desfasando, encabalgándose unas sobre otras. Cuando comer era la fase en desarrollo, Asper ya andaba controlando sus esfínteres, cuando tocaba dominar los esfínteres, concitaba a sus genitales.

Asper no había hecho perfectivo ninguno de esos estadíos. Instigado por sus criadores, tampoco articuló palabra. No podía. No había dado tiempo durante el desarrollo motor (desde la arrítmica coordinación inicial corporal) a incorporar el pegamento básico de su imagen. Una imagen por partes, por brazos, por piernas, por cabeza, por alguien más a quien sonreía al reconocerse. Dicha imagen se constituyó en su cerebro a partir de sus neuronas espejo, desarrollando -en un correcto ordenamiento- una virtualización de lo percibido en el exterior, pero sin poder juntarse. El hecho es, que su cuerpo, su globalidad, su todo él, su yo, su Gestalt, era toda ella mentira. Había que intervenir para unificar todo este desmembramiento literal, pero no llegó auxilio. Ni una ambuesta de simbolismo había llegado apenas a juntar virtualmente las suturas de la percepción imaginaria de Asper. Cierto desamparo, amorfia familiar, favorecían tan dañinas condiciones, para una mente hiperconectada.

6 mar 2016

Spica II

Ve el límite de un universo a varias velocidades temporales. La interacción de varias ondas gravitacionales dividen el espacio entre su resultante, modulando el tiempo, yendo distinto, variando en cada trozo de espacio. Ella prea el tiempo que difiere del de él con cierta expectación. Distinto espacio, distinto tiempo, como una frecuencia binaural resultante del porvenir de varios gravitones desfasados. 
En ese cosmos vigilativo, ella sonríe en un tiempo más rápido que el visaje de vuelta hacia ella. Todo cambia en los destinos paralelos. Podrían estar en distintos tiempos, incluso sobre ellos mismos. Una suerte de paracronismos casi incoherentes, en la crueza del destino creativo, facedor de amarulencias y bondades, que del envés del tiempo o tiempos no escapa.