26 may 2015

Planto

Ya más no quedaré retenido en tu retina.
Ni yo veré tus verdes ojos con el brillo de la noche. 
Histérica, femenina, dulce, silenciosa y perfecta; 
Con tu manchita negra en la nariz,
Tu bello tricolor, 
Tu pecho de mapache, 
Tu amor y calor de mi manada.
Ronronera tan solo al verme, 
Cariñosa agradecida.
Ya por siempre quedarás impresa en mi memoria y yo,
Agradecido eternamente de haberme sentido tan amado y de infinitamente amarte.

23 may 2015

Re-presentación

Entre las leyes que Cosmógenes había re-cogido en su escrito Globálico, el de las re-presentaciones era en su esencia, esencial. Como bien reza en el apartado "Sobre lo viviente", el comportamiento de las vibraciones, de complejidad progresiva y fásica, alcanza la evolución intermedia en el momento de adquirir la capacidad de generar patrones análogos a la realidad, como modo de interacción, captación, adaptación y supervivencia.

20 may 2015

Recitativo

Tahalis abría la sección secreta de la biblioteca de Antares por la significación de su vibración.
En uno de los volúmenes de Cosmógenes de Láctea, este había inferido, invertido, injerido, ingerido o como quiera expresarse, parte del funcionamiento cifrado del universo. Cada número tenía su propia correspondencia con principios creativos de primer orden (cero, uno y dos). Estos mismos números, al ser autoreferenciales, entraban en vibración por su propia existencia, en una simbiosis paradójica entre la emergencia del  espaciotiempo (la vibración) y su resultante. Así surgían desde el cero y uno, el dos; tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho y nueve, configuraciones de segundo orden, once, veintidós, treinta y tres, cuarenta y cuatro, de tercer orden o maestros. Cada número aparecía en relación con su número básico y comportaba una característica cuantitativa con el modo de su frecuencia.

16 may 2015

Zarabanda

Años luz de distancia, Tahalis, empapada en la fuente iluminada por Antares, femenina en la máxima expresión que la evolución de la forma humana había podido dar, con su pelo negro y liso, su piel suave, blanca, la fuerza de quien posee un corazón grande, el encanto sutil de lo divino, su sucinta cintura, su silueta armoniosa, proporcionada y galante, su emocionalidad sin máscaras, sus senos preñados del brillo de la estrella, su rostro cálido y jovial, sus labios como los que el sol besa cuando besa al mar,... Toda ella abría el portón de la antecámara del sótano oculto de la biblioteca de Antares, con su vibración 11 de diosa, salto cuántico del dos genitivo del ser, su feliz bondad, su energía masiva de mujer persona y no objeto...
Quienes utilizaban a Ficare, habían caído en la perversión del poder, de controlar y someter, de literalizar la existencia de los otros. Existencia sometida a la contravibración, nivel inferior dentro de las leyes descritas por Cosmógenes de Láctea. Por eso, las bibliotecas contenían el secreto del sentido y la clave de la evolución para Ficare.

Canon a la segunda

Libra era la séptima constelación desde el cielo natal de Óslip. Sin estrellas de relevancia, planetas escasamente vivos, uno podía encontrar en Libria el centro necesario para sostener su balanza entre constelaciones.
En un momento dado de la evolución tecnología de Ters, Ficare tomó consciencia y entró en contacto con su bóveda celeste más cercana; algo totalmente natural en las característica del universo, y así, entre los contactos interplanetarios, Libra fue el décimo cuarto, presagiando la insaciabilidad oral que tenía con la Vía Láctea.
La decimocuarta vibración alícuota, como una de las expresiones simbólicas de la génesis numérica, era un número recursivo, que impelía al exceso excesivo de quien entraba en falta. Una ruinosa y tortuosa forma de llegar al deseo por el camino más rápido, arruinándolo todo con la infinita sensación de carencia. Posterior a la décimo tercera vibración (aquella relacionada con el cambio brusco), estas cifras cósmicas influían en la predisposición a la pérdida de orientación que suponía los guarismos esenciales. Podrías ser un uno o un 33 y, sin embargo, contravibrar.

15 may 2015

Disonancia cognitiva

Libria podría ser una ciudad con cierto o incierto encanto. Después de copiar la semiótica de otras civilizaciones, le había puesto ese toque de mercadeo que le daba -en su fragilidad- cierto tipo de proporción. Si el espíritu de la constelación de libra era la justa armonía y equidad, lo que había quedado era un juego de espejos.
En toda la ciudad no había más que palacios con paredes reflectantes. Todo eran reflejos y reflexiones con escaso contenido. El color mercurial que inundaba las fachadas, saturaba hasta el agotamiento. Era una seducción fría, emoción fría, poca alma, menor afecto y mucho efecto. 

8 may 2015

Contrapunto libre

Infortunadamente Zubeneschamali pasó de Escorpio a Libra. Infortunadamente, porque Escorpio perdió sus pinzas para desequilibrar la balanza. Némesis ya no solamente levanta la balanza ciega y con la espada.
Óslip notaba ese encanto aterrador del que uno no puede librarse en tal constelación. No tardaría en descubrir que los arianos le traicionarían.
Bajó de la dársena para adentrarse en Libria escoltado por ocho lemniscatos. De inmediato, Libra lo puso enfermo.

7 may 2015

Reverberación

Ningún cumplimiento del deseo es tan poderoso y satisfactorio como la belleza de la bondad y del bien; porque la música del alma está producida por las cuerdas del corazón.

6 may 2015

Contrasujeto

Si el sujeto de estas grafías es qué buscaba Óslip en voluminia, el contrasujeto trata de descubrir las relaciones espaciales de las constelaciones con la semiótica de la información a partir del significante y de las coordenadas relativas con el tiempo.
El existir queda así impregnado, fundado, de la situación física y del marco de referencia temporal en el que, por un lado, surgen y se crean, y por otro,  donde discurren. Transversalidad entre lo sincrónico y lo longitudinal, lo diacrónico.

Sujeto

Óslip fue trasladado a otra constelación. Ters no era el lugar apropiado para continuar con el interrogatorio. Era necesaria una acción más falsa y manipuladora, pero simultáneamente contundente. Ni escorpio ni capricornio estaban contravibrando para dicha intromisión. Quizás sagitario o aries. Al final, la paradoja se extendida a la constelación más desequilibrada, siempre enredada en el arquetipo del extraño atractor, en una búsqueda sin fin de la homeostasis perfecta. Desbalanceada, libra traía de serie antinomias para cada uno de sus habitantes. Esta constelación sucumbió en el momento del Gran Filtro a la gran frivolidad. Era una constelación maltrecha en el lado del ser. En la Escala de Kardashev, era una civilización de tipo uno, pero su organización parasitaria había conseguido -mediante el engaño- entrar dentro del ámbito de Ficare.

1 may 2015

Llamada

Óslip había pasado el plenilunio sin salir de la aséptica estancia de Ters. Cital no pudo cambiar la sensación de desafío que causaba Óslip a los alienados por Ficare. El miedo inundaba su posición subjetiva. Ficare había cambiado progresivamente la cultura para favorecer tales terrores. En la etapa    adolescente de Ficare, el principio de individualidad fue desapareciendo en medio del desafío entre el ser y el tener.  Habían vendido su ser por tener. No se guardó el equilibrio entre los dos. Ahora eran imparables, esto es, a la espera de que los pararán.