Ni yo veré tus verdes ojos con el brillo de la noche.
Histérica, femenina, dulce, silenciosa y perfecta;
Con tu manchita negra en la nariz,
Tu bello tricolor,
Tu pecho de mapache,
Tu amor y calor de mi manada.
Ronronera tan solo al verme,
Cariñosa agradecida.
Ya por siempre quedarás impresa en mi memoria y yo,
Agradecido eternamente de haberme sentido tan amado y de infinitamente amarte.