24 jul 2015

Preludio

Antes del beso en el sistema alrededor de Aldebarán, Óslip venía referenciado desde Ters. Había leído el apartado sobre semiótica dentro del Globálico de Cosmógenes.  En él, se pone en evidencia como cualquier representación de lo exterior en el sistema perceptivo, conlleva una transcripción de una referencia del objeto al referente interno de esa referencia; una virtualización de lo externo que contiene parte de la información necesaria para poder interactuar con ella. El quid reside en que, si bien la información es autorreferencial, lo simbólico añade a esa autorreferencia el desplazamiento por similitud a otro paquete de información, lo que conlleva una doble carga referencial. Lo imaginario -entre tanto- es la autorreferencia en sentido estricto.  Esto le suscitó pensar que un muy buen ejemplo de simbolismo era: marcar el territorio.

19 jul 2015

Ofrenda músical

Óslip acerca su barba en varias capas a la mirada de ella. Besa a Tahalis, con la intensidad e intención del primer beso de quien se encuentra en lo improbable, en la afinidad de la diferencia, en el sabor de lo extrañamente desconocido y reconocible en el interior: algo éxtimo a los dos. Al aparecer sincrónicamente el volumen de la disposición cuántica simultánea en dos o más topologías, al integrarse delante de ellos, Tahalis acerca lentamente su mano derecha sobre el papiro cúbico multidimensional; lee en alfanumérico las primeras líneas y el título y sonríe. Hacía tanto tiempo que no leía  en esa mezcla de letras y cifras, el lenguaje puente con lo inerte, que duda de lo que entiende. Su ayuda mutua descubre la existencia de configuraciones metasuperiores que únicamente aparecerían cuando las vibraciones fuesen apropiadas, como si dentro de las subvibraciones esenciales hubiese un estado de repulsión o atracción hacia las vibraciones que les rodean. Como si el antiquark del pentaquark contuviese información que diese la posibilidad de ser una vibración madre y pudiera moldearse en otros elementos y configuraciones. Pero esto no es lo que contenía el volumen.

https://es.wikipedia.org/wiki/Pentaquark



Sinfonía

Tahalis seguía tumbada. Él observaba absorto el brillo de Antares en su piel. Cómo se habían encontrado sin buscarse pero sí buscando; cómo ella supo albergar en su vibración la humildad y belleza, la elegancia de la sinceridad para con uno mismo. Ella, con su larga melena morena, su vestir de diosa drapeada, salida de cualquier mito o leyenda, contundente en su presencia, audaz en su destino; es su número su misma profecía; enseñada a viajar entre bibliotecas; ellos se encuentran en Aldebarán, se miran a los ojos en la sección maestra, junto a la numerología del amor, a dos estanterías del odio. Taxonomizado parte del universo por antiguos cuatro, él reconstruye la sección del deseo para ella; ella reconstruye la sección del espíritu para él. Al bañar sus labios, el pasillo siniestro se ilumina, al tocar sus pensamientos, uno de los volúmenes perdidos, se reconstruye por la acción de la creación constructiva de su sinfonía sintónica. Reconstruir, pues estaba destruido, derruido de ruido, aniquilado por Ficare.

18 jul 2015

Silencio

Tocó su piel, con suavidad, con la dulzura del reflejo de una nube en un arroyo en el tiempo de deshielo.  Silente, para no perder cada fragmento de ternura en el que él expresaba lo que fantaseaba con ella: sutil, sensible, sumisa, receptiva y deseosa; la luz de la estrella corría líquida entre los muslos de su dama; una suerte de agitación y deseo entremezclados con mezclarse, amalgamarse y entenderse el uno al otro. Solos ante sus miradas, desnudos sin incomodidad, pulsando por amarse. Sed de descontención contenida. De pie, sus bocas, tendidos, sus sueños. Bello en su genuinidad, en la sinceridad de la confianza, sabiendo que el daño son los otros, él acaricia su rostro, con los labios hinchados por el frenesí, en un sinfín de feniletilamina, hermosura de roces y susurros, de comprometidos sabores, de arriesgados hechos. Con la violenta sensualidad de la biología, ellos se aman, con la satisfacción bioquímica, ellos, exudando deseo, consuman sumiéndose y consumiéndose el uno al otro. Ella es bella -sin duda- en la sinceridad de sus acciones, él, certéramente generoso, dilata las pupilas de ella a la vez que el tiempo.
En su burbuja, ellos no se eran compañía, ellos se tenían siéndose.

7 jul 2015

Tercer armónico

Amor. Como esa caricia que da la madre, esa energía sintónica, consonante, armónica, que pone en resonancia la madre inicial, la causa madre con el efecto hijo, con la correlación, con la fusión desde la división. Amor en el sentido de creación, de evolución, de vivencia y supervivencia, de deseo de lo existente. 
Solo las civilizaciones en donde el simbolismo seguía en equilibrio con lo imaginario, podían amar con el propósito que les ofrecía el universo. Amor como estro de uni-verso poeta.

3 jul 2015

Segundo armónico

No había pasado mucho tiempo desde que la ciencia tomó consciencia en Ficare, en las postrimerías de la adolescencia tecnología.  
Óslip, nace en Ters mientras Aldebarán muestra su esplendor ante Venus, ante la conjunción de vibraciones que rodean el lugar en el que se guardan los sentidos.
Ficare presionó al lenguaje hasta la literalidad, etiquetado y llenando de certidumbre lo que en esencia era inasible, variable, interpretable, traducible y subjetivo. Por eso, fue ese el momento exacto donde se produjo la revolución del segmento poblacional XX. Una revolución cultural en el que la ciencia daba la ilusión de que se podía acceder y tener todo; ilusión de que la fantasía se podía hacer realidad, confundiendo el tener el objeto absoluto con ser ese objeto absoluto. Momento por tanto cultural, del que nace la mujer imparable, la mujer como centro, la mujer XX y aparente XY,  porque la ciencia estaba dando comienzo a la época del objeto y por supuestesto, tanto para ellas como para ellos, pasó desapercibida dicha arquetipación.

1 jul 2015

Primer armónico




Una civilización es un conjunto de entidades con capacidad de perpetuación, progreso y evolución, interrelacionadas con un todo mediante una espiral de excelencia denominada comúnmente amor. El universo numérico había predispuesto la adaptación de la vida de forma antropomórfica y la evolución estocástica tenía una tendencia natural como la de la singularidad a existir. 

Lito había nacido en la civilización entre Denébola y Régulo. La civilización de Leonis disfrutaba de ser leal a los principios matemáticos esenciales y eso había facilitado el encuentro con Óslip. Moreno por su estrella Denébola, curtido, aguerrido y sensible al detalle, desarrolló su capacidad de lucha y crítica bajo el gremio de los constructores. Con Óslip habían perfeccionado la manipulación de los gravitones, en un intento de transgredir el tiempo. 

Lito conoció a Óslip en un viaje a Ters. Se encontraron sin la casualidad de la matemática. Ningún encuentro es causal de por sí, pero solo es casual sin la existencia de la repetición. La repetición forma parte de esas leyes de Cosmógenes. La repetición es en esencia esencial para que nazcan las cualidades de: perpetuación, cantidad, cualidad, asociación, cambio, distribución, analogía, complementariedad, sincronicidad, memoria, ... Así es, la repetición en el encuentro generó esa amistad preñada de interacciones y consonancias. Eso sí, la repetición también era un impulso, impulso de retorno a lo mismo, impulso de vuelta a lo repetido, impulso de muerte.