29 abr 2015

Resonancia

En uno de los pliegos de la biblioteca de Aldebarán, Óslip había descubierto ciertos principios rudimentarios sobre el entendimiento del movimiento. Allí quedaba dicho como la energía era la propia fluctuación del espaciotiempo. La variación dimensional actuando sobre sí misma funcionaba como una vibración y como una fricción. Dicha fluctuación, contraintuitívamente era generada por el desplazamiento del tiempo en la dirección causada por la expectativa del existir, emergiendo entidades elementales con capacidad estable de vibración, constituyentes de la energía. Cada estructura porcentualmente estable era un efecto del efecto simultáneo de entrelazamiento entre el espacio y el tiempo. Y por ello, estás dimensiones estaban sujetas a otras dimensiones más evolucionadas y a la vez más simples.

25 abr 2015

Nivel estructural o de la base


De lo que tuvo que ser a lo que realmente fue, distó mucho de aproximarse. Las coordenadas cero, situadas en el perfecto eje de simetría del universo, hacían confluir las características vibratorias de las entidades que construían mediante el calor las dimensiones; de modo que, cuando una determinada civilización llegaba al conocimiento de su existencia, entraba en fase en la proporción numérica predominante bajo la cifra en que había sido fundada. De esta manera, solo cuando se ha llegado al nivel en el que Ficare llega al punto cero, el contador de resonancia se vuelve sintónico con el de los demás coordenados. Ters había llegado al punto cero, pero como tantos otros, sin hacer los deberes. Así, se distinguían las diferentes civilizaciones por las características de su líder. Simplificando, el liderazgo basado en el poder como perversión, encaminaba a toda la jerarquía a la alienación global, ejerciendo el devastador ejercicio del poder mediante la estimulación del pseudodeseo y la insatisfacción. Contrariamente a esto, el auténtico liderazgo era direccional en orden creciente hacia la excelencia, apoyado en la sinergia, la cooperación, la honestidad, y vinculado a la creación femenina máxima: el amor.

24 abr 2015

Doble barra.

Él encontró partes de su vibración cerca de la montaña mística, en la nebulosa de Carina. Óslip, con su  barba en dos capas, su cráneo similar al de algunos monjes de Ters -la cresta sagital-, el toro supraorbital, su fuerza resiliente, nacido en la penumbra cognitiva en medio de una revuelta simbólica en un día maestro de la primer fase de su estrella, cuando la vida abrió su senda, era más que nada, curioso.


18 abr 2015

Mediokaos, tema y medio y desvariaciones.

Dibuja media luna en el cristal;
Medioimagina ilusiones;
Adivina suspiros, mediantes;
Entreviendo casi una mirada en la medianía;
Sus manos llenas de medios,
Con el corazón medio latiendo, 
Augura augurio mediado por miedos 
Meditando, mitad adormilado, mitad ciego, 
Entero y medio endurecido,
Más mitad y media más,
Quizás cuarto y mitad, quizás,
El pago a la media vida, 
El beneficio del medievo.


13 abr 2015

Cuarta sinfonía

Sonoridades de cuatro.

El cuatro era la interrelación con el dos: la segunda ley. Entropía, neguentropía, exergía... La relación de la energía como trabajo, como mantenedor de la flecha del tiempo, como desafío neguentrópico a lo inanimado. Por eso, el tres siempre busca al cuatro, para resultar en siete lo que sus almas gemelas forman, sus almas de diferencias distintivas, sus almas complementarias, sus almas sostenidas una en la otra.

12 abr 2015

Viaje de invierno


Óslip había visitado solo las bibliotecas de Aldebarán en la constelación de Tauro y Antares en la de Escorpio. Es de imaginar que cuando se trasladó mediante un marco referencial desde Ters a cada una de ellas, jamás pensó que estuviera equivocado en su creencia de que los marcos fueran construcciones de un arcaico Ficare de no se sabe donde, dentro de las cuatro dimensiones y fueran el medio para moverse (quizás) entre bibliotecas. Lógicamente, Óslip estaba equivocado. Fue desde la quinta dimensión, la libre y viajera, que en su deseo-necesidad de deambulación, los quintos invirtieron parte de su resonancia en generar dicho medio de movilidad constelar más allá de ellos mismos.
Rigel en Orión y Altair en la del águila habían quedado fuera de su volumen de viaje por la intervención de los lemniscatos.
Óslip confiaba en el tres de Cital para poder salir de ahí, pero resultaba difícil tal acceso al exterior antes del plenilunio. Cital, integrado e infiltrado en Ficare, ya había descubierto las debilidades e inseguridades del dos, cosa que por otro lado lo indignaba profundamente.

Calderón

—¿Y bien?
—Solo puedo decir que si soy delincuente es de la palabra, nada más.
—Eso de <<nada más>> es un <<nada menos>>. Ya anticipaste tu <<hacer algo de nada>>. Eso, más que peligroso es expectativa de dañar a Ficare. Vuelvo a informarte en tu inocencia de tu ofensividad al conjunto del avance de tres.

Polifonía dimensional

Mucho más lejos de allí, el IRAS F11119 + 3257 -un núcleo galáctico activo- había expulsado           ingentes dosis de radiación electromagnética mientras consumía incesantemente gas. Esto suponía la proyección de grandes cantidades de información al extremo de esa galaxia. Óslip había intuído desde su enclaustramiento forzoso, que dicha información proveniente del agujero negro correspondía de otra dimensión, la quinta. 

La quinta dimensión estaba abierta, muy al contrario que las anteriores cuatro. La primera, el tiempo, se mostraba infructuosa sin el espacio. Aunque el tiempo y el  espacio eran masculinos, su simbolismo numérico era de dos, femenino y genitivo. El tres -el volumen-, conjunción de tiempo y el espacio. El tres era el encuentro del Otro, la cosa parida, nacida de dos. Tres era ya una construcción tangible, visible y claramente audible. Este tres debía su procedencia al dos, pero sólo en sinergia con el cuatro llegaba a configurar sus tendencias características que biunívocamente conformaban el paradigma de Ficare.



6 abr 2015

Prolongación de la dominante

En la paradoxa de la pérdida de información, Óslip, perteneciente a la contraimaginaria de Ficare, había desarrollado de forma casi imperceptible para él, la capacidad de visionar el patrón, el arquetipo, el abstractor, y por otro lado, la sutileza quizás fractal del detalle, la divergencia sinérgica y la semiótica de Cosmógenes. El desarrollo de su software mental incluía la posibilidad de otro tipo de aptitudes -aún no creadas- que solo como 22 podrían generarse.

Si la información no podía perderse, ¿de dónde venían estás nuevas características en resonancia alícuota con sus guarismos correspondientes?

—De momento pasarás  el plenilunio sin moverte de aquí. Luego veremos lo que hacemos contigo.

Decúbito prono, Óslip entró en fase.

4 abr 2015

Estrecho


—¿Qué hacía en Voluminia? ¿Sabe por qué hemos ido a por usted? (en estos momentos, la superficialidad del "responda" queda paradójicamente solucionada).

—Supongo que es por el 44 o por el 55.

—Veo que obvía. ¿Cómo llego al transepto? y ¿qué hacía en guarismia? Pudo haber entrado en un círculo de sinsentido, si es que no está entrando en él ahora mismo.

—Deseante mi saber sobre el deseo. Ustedes ya no dan cabida a nada más que su sentido. Su certidumbre sobre la solución es una respuesta literal, escotómica, tecnológica. Han convertido el principio de incertidumbre en algo superfluo. Tenía que encontrar otro sentido.

—¡Silencio! ¡La información es autoreferencial! Lo que usted quiere encontrar queda fuera del discurso científico y tecnológico. Ficare ha puesto límites a todo simbolismo, sincrónicamente con la muerte de la creatividad artística en su fase adolescente.

Óslip había nacido en las postrimerías del gran fulgor de Aldebarán. Su carácter enérgico, paciente y curioso, había hecho que sufriera una polimatía en resonancia versal. No resulta extraño pensar que tal emanación de energía provocará óptimos desajustes en la objetividad de Ficare. 

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(Texto en obras).

3 abr 2015

in Ters

In Ters 

Su alma respiraba a seis. Mediador y conciliador, ahora lo llevaban a Ters o lo que había quedado de ella.

Allí, habían perdido parte del contenido símbolo de su lenguaje en cada nueva etapa de ficare. Cada avance pseudoobjetivo era una pérdida de sentido en la subjetividad. Se fue perdiendo la concepción de responsabilidad por el de autor de los hechos, mutado en víctima y objeto para el Otro.

Entró en el edificio principal del hemisferio norte del planeta, acompañado por ocho lemniscatos, como si el número del guerrero fuera a protegerlos. La estética inundaba todo ante el contenido vacío de las estancias estancas; y el olor séptico de su asepsia se camuflaba entremezclado con ferhormonas femeninas, como si el dos fuera a compensar la devastación provocada por ellas y llevada a cabo por ficare.

Introito

Introito

Lo encontraron. Al salir de la biblioteca, su vibración había aumentado hasta no poder pasar desapercibida y su tecnología ya había alcanzado el grado para poder rastrear esos fenómenos. No todos los que tenían acceso al voluminoso voluminario entraban en resonancia. Algunos resonaban exactamente igual, otros, contrarresonaban, antirresonaban de modo que la intersección de movimientos fuera cero. 
Sea como fuere, habían decidido que una vibración equivalente a la cósmica suponía un potencial peligro.