Dende, recordó, remembró que, parte de la existencia era una constante multiplicada por la frecuencia. La discontinuidad había aparecido en la historia de su pueblo al descubrir el salto de un lugar a otro y pensó en abandonar. 6,62 por 10 a la -34, multiplicabas tu frecuencia y sabias la energía para tal discontinuidad. No sabía si eso servía para el amor; si el amor era discontinuo y tenía saltos hacia otros niveles de energía, pero de algún modo, la relación estaba clara: en su visión antrópica, el universo evolucionaba inflacionariamente mientras se expandía. Óslip presentía que alguien estaba resolviendo esa contradicción.
22 ago 2015
Pauta
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