24 jul 2015

Preludio

Antes del beso en el sistema alrededor de Aldebarán, Óslip venía referenciado desde Ters. Había leído el apartado sobre semiótica dentro del Globálico de Cosmógenes.  En él, se pone en evidencia como cualquier representación de lo exterior en el sistema perceptivo, conlleva una transcripción de una referencia del objeto al referente interno de esa referencia; una virtualización de lo externo que contiene parte de la información necesaria para poder interactuar con ella. El quid reside en que, si bien la información es autorreferencial, lo simbólico añade a esa autorreferencia el desplazamiento por similitud a otro paquete de información, lo que conlleva una doble carga referencial. Lo imaginario -entre tanto- es la autorreferencia en sentido estricto.  Esto le suscitó pensar que un muy buen ejemplo de simbolismo era: marcar el territorio.

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