17 ago 2013

Requiem

Requiem


Si escribes jocoso y alegre, posiblemente te lean, sonrían y continúen leyendo. Si escribes melancólico o triste, nada es seguro y en tal caso, la tinta se diluye o la pantalla oscurece. El humor es un deseo puesto en palabras, un escurrir inconsciente permitido; la melancolía, la tristeza, el trasfondo castrante del vivir, son los surcos del alma, lo inevitable y precario del ser. Unos nacen sonriendo, otros, llorando, pero el contar del tiempo nos lleva al recuerdo simbólico que es la muerte, porque matarte... solo lo hace la vida.



No hay comentarios:

Publicar un comentario