29 abr 2015

Resonancia

En uno de los pliegos de la biblioteca de Aldebarán, Óslip había descubierto ciertos principios rudimentarios sobre el entendimiento del movimiento. Allí quedaba dicho como la energía era la propia fluctuación del espaciotiempo. La variación dimensional actuando sobre sí misma funcionaba como una vibración y como una fricción. Dicha fluctuación, contraintuitívamente era generada por el desplazamiento del tiempo en la dirección causada por la expectativa del existir, emergiendo entidades elementales con capacidad estable de vibración, constituyentes de la energía. Cada estructura porcentualmente estable era un efecto del efecto simultáneo de entrelazamiento entre el espacio y el tiempo. Y por ello, estás dimensiones estaban sujetas a otras dimensiones más evolucionadas y a la vez más simples.

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