19 jul 2015

Ofrenda músical

Óslip acerca su barba en varias capas a la mirada de ella. Besa a Tahalis, con la intensidad e intención del primer beso de quien se encuentra en lo improbable, en la afinidad de la diferencia, en el sabor de lo extrañamente desconocido y reconocible en el interior: algo éxtimo a los dos. Al aparecer sincrónicamente el volumen de la disposición cuántica simultánea en dos o más topologías, al integrarse delante de ellos, Tahalis acerca lentamente su mano derecha sobre el papiro cúbico multidimensional; lee en alfanumérico las primeras líneas y el título y sonríe. Hacía tanto tiempo que no leía  en esa mezcla de letras y cifras, el lenguaje puente con lo inerte, que duda de lo que entiende. Su ayuda mutua descubre la existencia de configuraciones metasuperiores que únicamente aparecerían cuando las vibraciones fuesen apropiadas, como si dentro de las subvibraciones esenciales hubiese un estado de repulsión o atracción hacia las vibraciones que les rodean. Como si el antiquark del pentaquark contuviese información que diese la posibilidad de ser una vibración madre y pudiera moldearse en otros elementos y configuraciones. Pero esto no es lo que contenía el volumen.

https://es.wikipedia.org/wiki/Pentaquark



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