31 may 2013

Modulación a la dominante

Modulación a la dominante

Allí, en Ters, consiguiendo lo imposible. Lo improvable, destrozado, mudando, mutando, metamorfoseado por Ficare, había convertido a sus niños en plantas. 

Absorbentes de todo; sin embargo, los productos quedaban en su interior, inalterados, inalterables. Niños planta, niños plástico, niños capaces de cualquier operación mnemotécnica, reducida y guiada, ya no pueden volar más allá de un sentido. Inquietos, hiperactivos, descentrados, desafiantes, maleducados -y especialmente sumisos-, desgongorizados, la metáfora de la metáfora es un sinsentido. Hablan idiomas, manipulan objetos con alegría, su CI pasa de 130. No necesitan entender nada. Su memoria (que abarca hasta tres horas después del examen) prodígio de operacionalidad, solo tenía una posibilidad: la aprendida. 

Este es el desatino de Ficare: la precocidad. El símbolo se diluye. Del amor de los padres, a la batalla social en la institución; del juego en la cocina, a la maldita pedagogía. 

Lo fácil te hace débil, y por eso te lo explico.



No hay comentarios:

Publicar un comentario