21 abr 2013

Bordadura inferior

Bordadura inferior

Esta era la encrucijada. Por un lado, el intento de unificación especular de la ciencia. Por otro, había surgido un tipo de pensantes que se defendía de manera maníaca(1) del conocimiento. Una especie de pasión por la ignorancia. Hijos de Ignotopia, la función de simbiosis no había podido realizarse de una manera adecuada para poder abandonar el puerto. Fusionados con su genitor, hacían gala de no necesitar autopensarse. Atados con etiquetas científicas, eran pasto de los más crueles experimentos químicos. En su pasión ignorante, no cabia la pregunta, ni la duda, ni la hesitación. Eran una imagen que virtualmente oscilaba (como muy a menudo hacían ellos) entre la unificación y la fragmentación, sin contener, en un movimiento constante que esperaba ser parado por el Otro.


Los hijos de Creare, también nativos de Ignotopia, navegaban por aguas desconocidas generando información metamórfica. Sabiendo del pozo de la falta, ayudados por Semantikos, estudiaban tanto el Logos como Límbica y habían transcendido a la falla mortal -pero necesaria- de la imagen (o eso creían).





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